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La situación de los hipopótamos en Colombia ha puesto entre la espada y la pared a las autoridades ambientales. Como es sabido, esta especie es de origen africano y fue introducida voluntariamente en el país en los años 80 's por Pablo Escobar. Posteriormente, tras el allanamiento de la Hacienda Nápoles, fueron abandonados en el zoológico en el que estaban debido a que era imposible transportarlos a otro lugar. Sin embargo, los hipopótamos no murieron y lograron escapar. Desde entonces fueron a parar al río Magdalena, a través del cual han llegado a muchas fuentes fluviales de Colombia.
Para los hipopótamos Colombia es un paraíso ya que en África muchos de ellos mueren como consecuencia de las épocas de sequía y por la presencia de depredadores que hacen que su población no crezca con tanta rapidez. En nuestro país, en cambio, el clima es perfecto para su reproducción, no tienen depredadores naturales y el ecosistema les brinda todos los alimentos que necesitan. Esta situación ha conllevado a que se conviertan en una especie invasora en este territorio, ya que han causado estragos en los ecosistemas de las especies nativas e incluso han atentado contra la vida de pobladores aledaños a los ríos.
Por otro lado, el Gobierno no ha tomado medidas realmente significativas debido a la polarización que se ha creado en torno a este problema. Entre las principales propuestas planteadas se encuentran la castración o el sacrificio de estos animales. La primera acarrea grandes costos y dificultades logísticas debido al gran tamaño y peso de estos animales, por lo que va en contra de los intereses económicos del país. Respecto a la segunda opción, muchas personas y movimientos animalistas se han pronunciado en contra del sacrificio, ya que consideran que los hipopótamos tienen derecho a vivir tal como cualquier otro animal o ser humano. Asimismo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha explicado que esta es una especie vulnerable y que la población que se ha desarrollado en Colombia contribuye a su conservación.
En ese orden de ideas, nos queda la duda ética sobre si debe primar la consideración moral que tenemos los seres humanos respecto a las vida de los animales o si la conservación y protección del medio ambiente es más importante.
Por lo anterior, y teniendo en cuenta entonces que la conservación es un compromiso de todos, te queremos preguntar si:
¿Crees que sea posible hallar un punto de convergencia entre los intereses ambientalistas y animalistas?.
¿Crees que deberían ser protegidos, aunque destruyan a otras especies nativas y ecosistemas, o en cambio deberían ser sacrificados?
¿Conoces alguna otra solución que se haya planteado para resolverlo?
Referencias:
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