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Valentina Eslava

Pasos para ser voluntario



Estuve de voluntaria Tu Sirves en la Fundación Amparo de Niñas y, para lograr hacer un buen trabajo en el voluntariado, necesité de unos pasos que quiero compartirles.


Aprender a hacer el ridículo


Hay que olvidarse de la preocupación por lo que gente piense de ti y comenzar a divertirte. Al realizar las actividades piensas que eres un niño de nuevo, se pasa por alto la vergüenza y la pena que antes sentíamos al hacer actividades y juegos que hacíamos de pequeños, donde a veces preferíamos no jugar por la misma pena. Por ejemplo, en el juego del “Si tú quieres saber cómo baila el marinero...” que hicimos ese día, todos dejamos la preocupación y terminamos riéndonos en cada parte del juego.


Disfrutar de las pequeñas cosas que se pueden dar en cada momento


Aunque deberíamos hacerlo, a veces se nos olvida disfrutar de las pequeñas cosas. Cuando hacemos un voluntariado, recordamos que cada momento es importante y eso nos da una gran lección que nos ayuda a ser mejor personas y a gozar de todos los momentos que vivimos.


Disfrutar de lo desconocido y salir de nuestra vida diaria


Como voluntario de Tu sirves se desconoce cada actividad, logrando que uno se sorprenda, se anime a participar y a realizar la actividad con emoción y al mismo tiempo con nervios. Es así como uno se va emocionando cada vez más y no quiere que se acaben las actividades.


Exponerse a conocer gente nueva y salir de nuestro círculo de amigos


Hacer voluntariado en Tu Sirves es una oportunidad para relacionarnos con personas que tienen la misma meta de generar un impacto social y mejorar la calidad de vida de las personas que lo necesitan.


Tener curiosidad para abrirse a nuevos caminos


En cada actividad comenzamos con el arder de curiosidad y también con el anhelo de conocer nuevas cosas. Así mismo comenzamos a abrirnos a nuevos caminos que no conocíamos por estar siempre en nuestro mismo círculo. Comenzamos a estar listos para recorrer estos caminos con las cosas buenas de la vida, encontrando buenos amigos y como no, también una nueva familia.


Desafiarse y vivir al máximo


Cuando hacemos un voluntariado aprendemos a superar nuestros miedos logrando hacer algo que hasta el momento nunca habíamos pensado hacer. Así nos probamos a nosotros mismos y nos damos cuenta de todo lo que podemos alcanzar. Ser voluntario es darnos cuenta de que podemos vivir al máximo sirviendo y nos muestra en el día a día cómo tomar las mejores decisiones para nosotros y los que nos rodean.


Con cariño, Valentina Eslava.


Valentina es estudiante de psicología, le encanta leer y viajar, pero sobretodo pasar el tiempo con su familia y amigos.







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